Se acerca la temporada fuerte de las bodas, que, como sabéis, es en primavera y sobre todo en verano. Y la celebración se suele hacer en fincas o jardines al aire libre, la playa, o un bonito pueblo con sus aceras empedradas.

Todos lugares encantadores, preciosos e idílicos, pero afrontémoslo, un poco incómodos si vamos con tacones. Confesad, ¿cuántas de vosotras os habéis quedado ‘pegadas’ con el tacón en un jardín? ¿Y cuántas se han destrozado los pies por el empedrado tan bonito de las calles de esa pueblo tan bucólico? Pues yo soy una de esas mujeres.

Mis amigas se han casado en pueblos preciosos pero con un asfalto no apto para tacones de aguja, han celebrado su boda en una finca de ensueño en la que he temido por mi vida al hundirme en el césped, y también se han casado en la playa, dónde ahí ya directamente he ido con zapato de cuña para no acabar tumbada en la arena sin querer.

No es nada agradable, ¿a qué no? Pues menos mal que una empresa española ha pensado en esta situación y ha importado una idea magnífica de EEUU, y fabrica en España los llamados llellés. Unos moldes de silicona, aptos para todo tipo de tacón, y que podrás reutilizar tantas veces como quieras ya que los pueden quitar una vez los has usado.

Como dicen en su web ‘los llellés dan mayor estabilidad a tus zapatos de tacón y te permiten andar por superficies irregulares sin que el tacón sufra y se hund’.

Y no solo no sufre en tacón: tampoco sufrirán tus tobillos porque no se torcerán al tener mayor estabilidad y es mucho más cómodo andar al tener una superficie de apoyo mayor.

Os animo a que visitéis su web para informaros más sobre este producto, y si estáis en Madrid, podéis acercaros a la tienda especializada en novias y eventos Something Old (C/ Castelló, 14) para echarles un vistazo y compraros un par, porque además, ¡son baratísimos!.